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Cuando una novia dice que quiere “una boda sencilla”… Miente!! En realidad está pensando en flores, decoración, sorpresas, música… y en todo lujo de detalles!!
No existe la boda sencilla… aunque la nuestra, en cierto modo sí lo fue…
Podemos decir que fue sencilla… porque, para nosotros, fue sencillo organizarla!
Nosotros escogimos el Hotel Hiberus y, sin duda, acertamos, pues no hay un marco mejor para una boda en agosto y desde el “minuto uno” todo resultó muy, muy, muy fácil!!
El genial equipo comercial nos hizo mil sugerencias estupendas, y se encargaron de todo!! Nosotros únicamente tuvimos que “recoger los cumplidos” que respecto del lugar, del menú y del servicio nos hicieron los invitados!! No cambiaríamos nada!!
Y no me olvido del Hotel Alfonso… un lugar perfecto en el que terminar el día de tu boda!!
Recuerdo aquel día con todo el cariño que una persona pueda imaginar..
Queríamos lo que siempre se quiere. Pero mejor. Así de ambiciosos enfocamos un día tan especial. Desde un primer momento sabíamos que contábamos con Palafox Hoteles y que el Hotel Hiberus seria nuestro lugar. Es parte de nuestra casa y a decir verdad, reunía todo lo que consideramos imprescindible en ese día tan especial.
Después de muchos años juntos, el siguiente paso a dar lo concebimos como un canto al amor, una manera de demostrarnos que por encima de todo, estábamos el uno para el otro. Buscábamos, como se suele decir, “algo muy nuestro”.
Tenemos que decir que las sonrisas del personal, su apoyo y comprensión, y su ilusión compartida por hacer nuestro sueño realidad, se mezclan aún hoy y por siempre en cada recuerdo de aquél día con cada mirada cómplice que aquél día nos dirigimos nosotros, nuestros padres… Nos emociona recordarlo, y recordarles.
Tan sólo 3 meses mediaron entre la promesa y la celebración. Todo un reto para organizarla y gran parte del éxito se debió al estupendo equipo humano que se encargó de colaborar hasta en el más mínimo detalle.
Acertamos con el sitio, y estamos convencidos de que volveríamos a elegirlo sin dudar.
Teresa, Alejandro, Lidia, Idoya, Luis Miguel, Santiago…Fueron sin duda más que un apoyo. Velaron por hacernos sentir queridos y acompañados. No sé si se lo habremos dicho suficientes veces… ¡Gracias por ser tan buenos profesionales como sois!
Y, después de decisiones, nervios y carreras, llegó el gran día. Las nubes nos desafiaron desde el primer momento, pero la luz era especial. La luz. Tenía que ser así. No hay grises en el cielo que evitasen que estuviésemos allí, o en cualquier parte, si estábamos juntos. Y las mismas nubes que raptaron al sol aquella tarde, nos regalaron esa luz imposible de olvidar y que nos acompañó dentro, durante la celebración. Porque ese hotel, es y será LUZ. Siempre.
La entrada al hotel fue, espectacular, nos esperaban mis compañeros haciéndonos sentir en casa. Nos acompañaron hasta la terraza, porque, si. Nos casamos allí, en esa terraza espectacular que mira al Ebro y guiña un ojo a la modernidad. Mis invitados no reprimieron sorpresa ante el espectáculo, y disfrutaron de ese balcón que minutos después, nos vería emocionarnos en instantes imposibles de olvidar y que tan bien envolvió con “su magia” Greg Pappas.
El banquete fue perfecto, el trato y la atención inmejorable. Brilla aún en nuestra mente el recuerdo del salón al entrar, espectacular. Decorado inmejorablemente, y arropado por la calidez de la madera. La elegancia de la sencillez, que permite que los muchos sentimientos de un día como ese, fluyan decorando sensaciones.
Os dejamos unas fotos para que podáis ver nuestra manera de vivir ese día y el resultado, no sin antes dar nuevas e infinitas gracias a Hotel Hiberus, a Palafox Hoteles, al equipo humano brillante, a Silver Moon que captaron todo con sus cámaras y a Eventos Vinilo por ambientar con música ese día. ¡GRACIAS!
Una boda en el Palafox
Recuerdo aquel día con todo el cariño que una persona pueda imaginar..
Fue más que perfecto..fue “The Wedding”, como comentó mi suegra. Nuestra familia quedó “speechless”, fascinada, encantada.. “No pudo ser mejor”
Mimados, agasajados, acompañados, rodeados de ternura…
Todo quedó como habíamos soñado, no faltó ningún detalle de los tantos que solicitamos!
Recuerdo a Angel, Lidia, Roberto, Vero, Laura… pendientes de nuestros invitados en todo momento y de nosotros por supuesto…
Recuerdo sus sonrisas, su implicación y por supuesto lo bien que también lo pasaron con nosotros!!
Recuerdo los comentarios de nuestra familia y amigos sobre la comida, su presentación, su servicio… todo estaba espectacular e inmejorable!
No puedo evitar emocionarme cuando pienso en ello.
Volvería a casarme un millón de veces más con él y por supuesto de vuestra mano…
GRACIAS!